“La burlanda de maíz puede revolucionar la alimentación animal. Es un subproducto de la industria del etanol de gran calidad y las plantas elaboradoras están ubicadas en medio de las zonas productoras de carne, una verdadera ventaja. Hay que preparase para aprovecharla”, afirmó el Ing. Agr. Oscar Melo, de MBG Ganadería, consultora dedicada a la capacitación en nutrición animal. Y agregó que “hoy, la oferta es incipiente pero cuando todas las fábricas en desarrollo entren en producción va a superar a la demanda, lo que abre la oportunidad de instalar feedlots cercanos. Un cambio interesante para la ganadería argentina”.
Conociendo la burlanda
La burlanda que se comercializa en el país es un producto húmedo, que brinda grandes ventajas para el manejo en el feedlot, al resolver el problema de las dietas secas. En ese sentido, mejora el mezclado, da volumen y homogeneidad y, así, se logra un alimento de mayor palatabilidad.
Sin embargo, la humedad es también un factor limitante para su aprovechamiento. La burlanda tiene dos terceras partes de agua, se transporta a granel en camiones batea, por lo que el flete, calculado en términos de materia seca, es costoso. “Hay que emplearla en zonas cercanas a las plantas de etanol para que los números cierren. Además, debe ser consumida rápidamente para evitar deterioros. Si bien hay muchísima información sobre como ensilarla con éxito, por lo pronto, no se está haciendo en el país”, dijo Catalina Boetto, docente de MBG Ganadería.
Según Melo, “la principal diferencia nutricional entre la burlanda y el maíz es que el primero es un concentrado energético proteico a diferencia del cereal que le da origen que es un concentrado energético”. Dado que en el proceso de fabricación del etanol se quita el almidón -la mayor parte del grano- las grasas y proteínas se concentran. Como resultado, la burlanda tiene muchísima más cantidad de estos componentes.
Esta composición incide en el costo de la dieta. “Si bien, por lo pronto, el kilo de materia seca de burlanda cuesta lo mismo que el de maíz la ventaja es que, gracias a su alto aporte de proteína, sustituye el expeller de soja, el ingrediente más caro. Así, baja el presupuesto en comida”, aseguró Ana Gómez Demmel, también docente de MBG Ganadería.
Otra diferencia con el maíz es que el aporte de energía se basa en la grasa y no el almidón. “Al quitársele el almidón al grano, que se digiere en el rumen, se evita que descienda el pH ruminal, lo que disminuye el riesgo de acidosis, un problema importantísimo en el feedlot. En cambio, las grasas se digieren en el intestino y los rumiantes tienen una limitada capacidad de absorberlas. Por eso, la burlanda sólo se puede incluir hasta el 30% de la dieta”, detalló Boetto.
Un aspecto a tener en cuenta es la gran variabilidad en la calidad del producto debido a los diferentes procesos de elaboración del etanol. “Las grandes plantas disponen de equipamiento para analizar cada partida y brindan al cliente su composición nutricional. De no ser así, se debe enviar una muestra al laboratorio antes de incorporarla a la dieta”, indicó Gómez Demmel.
“La aparición de nuevos alimentos siempre requiere el ajuste de las dietas, el rubro más costoso en la producción de carne. En la ganadería moderna, el resultado del negocio se define a partir del proceso productivo y éste depende del conocimiento. Por eso, es muy importante la capacitación permanente de los profesionales de campo”, aseguró Melo.
Energía & carnes
El creciente uso del maíz para la industria del etanol representa una oportunidad para la ganadería argentina, que tiene maíz y mucho, a diferencia de otros países productores de carne. Desafiando el mito de que la energía resta insumos para la alimentación humana, cada tonelada del cereal rinde 400 litros del biocombustible y deja 330 kg. de subproducto de alta calidad para la suplementación de bovinos a campo y el engorde a corral, tanto en la cría como en la recría y en la invernada.
En 2012, se abrieron plantas en Córdoba y Santa Fe, y la producción de etanol ya alcanzó las 250.000 toneladas. Según el Programa Nacional de Biocombustibles, en 2013 alcanzarán las 600.000 toneladas ya que se están desarrollando nuevas fábricas en Córdoba. Además, hay proyectos en marcha en San Luis, Salta y Entre Ríos que entrarán en producción en 2014.
En este escenario, según Boetto, “a la hora de planificar la actividad ganadera hay que tener en cuenta algunos aspectos estratégicos de la industria de biocombustibles”. La elaboración a partir del maíz requiere un proceso algo más complejo que si se partiera de la soja, un grano que también brinda subproductos para alimentación animal. El etanol se obtiene tras la molienda, fermentación con levadura, destilación del alcohol, etc. “Para todo ello, se requieren grandes fábricas, con inversiones de millones de dólares, lo que asegura una enorme cantidad de burlanda. En cambio, para hacer biodiesel sólo hace falta una planta de prensado, por lo que se puede fabricar en pequeña escala, brindando menores volúmenes de insumos para la dieta bovina”, explicó.
¿Qué importancia tiene esto para la ganadería? Boetto piensa que “a pesar de la coyuntura que atraviesa el sector de biocombustibles, las plantas de etanol necesariamente deberán permanecer activas un tiempo prolongado para recuperar la inversión, no se amortizan en un año. A su vez, ofrecer burlanda húmeda les evita el costo del secado, imprescindible para comercializar el subproducto en el exterior. Esto plantea una articulación de negocios muy interesante con la cadena cárnica”.
“La ganadería argentina aún no está preparada para aprovechar la burlanda, va llevar un tiempo hasta que se organice, como ya está ocurriendo en los Estados Unidos. Aquí también puede darse esta complementación entre estas dos actividades de alto valor agregado, conformándose una nueva red agroindustrial”, concluyó Melo.
Por Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne.
Burlanda, zona por zona
- En 2012 se pusieron en funcionamiento las primeras plantas elaboradoras de etanol a base de maíz -que ya están ofreciendo burlanda- en Avellaneda, Santa Fe (Vicentín); Río IV (Bio4) y en la cercanía de la ciudad de Córdoba (Porta Hnos).
- En 2013 se incorporarían plantas en las localidades cordobesas de Alejandro Roca (Promaíz, integrada por AGD y Bunge), Villa María (ACA Bio) y la Carlota (Agroctanos).
- En 2014 se sumarían fábricas en San Luis (Diaser), Salta (Indagro), Santa Fe (Bioterai y Greenpampas) y Entre Ríos (Alimentos del Sur).
En el próximo número:
Gustavo Sueldo, asesor de un feedlot cordobés que ya está aprovechando la burlanda, revelará cuál es el impacto en la dieta y en la calidad de la carne.
Esta burlanda no es ninguna burla…¡excelente nota, excelente información!
Muchas gracias Lara, Saludos.
Muy bueno el articulo sobre burlanda……Felicitaciones
Muchas gracias.
buenas tardes yo tengo hacienda en hoteleria de un cliente en la zona de arrecifes y preparan con burlanda y es mas seca q el gluten feed y la hacienda tiene menos problema de acidocis
saludos muy buenas todas las notas
Muchas gracias por el aporte.
Otro aspecto a tener en cuenta con el uso de productos que, como el que aqui se describe, continen altos niveles de grasas insaturadas es su efecto sobre la calidad de la carne. Para esto no solo hay que tener en cuenta su proporción en la dieta sino tambien por cuanto tiempo se suministran.
El incremento de grasas poliinsaturadas que se obtiene puede afectar el sabor de la carne y disminuir la vida útil del producto (favorece la oxidación).
Estimado Enrique, muchas gracias por su valioso aporte. Precisamente, en el próximo número hablará una asesor de un feedlot que ya está utilizando burlanda y tuvo la oportunidad de evaluar el resultado en las reses. Más allá de esto, si usted tiene algún material para ampliar el tema, por favor envíelo a info@valorcarne.com.ar o mándenos su teléfono para poder entrevistarlo en nuestra sección Protagonistas. Muchas gracias, saludos.