Impacto económico de las negociaciones ambientales

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Impacto económico de las negociaciones ambientales

2019-01-15T18:50:45-03:0011 de julio, 2016|9 comentarios

“La ganadería debe seguir de cerca las propuestas oficiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La idea es evitar que la Argentina se vea obligada a mitigar el cambio climático a expensas de la producción de carne”, planteó Nelson Illescas, Director de la Fundación Instituto de Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI) en las Jornadas Ganaderas de Pergamino. Y detalló que “el Acuerdo de París no es solo una negociación ambiental sino que, ante todo, modificará las condiciones de competencia económica internacional. Habrá que cumplir con lo pactado para evitar sanciones de los mercados”.

En diciembre de 2015, se cerró la Cumbre de París lográndose por primera vez en la historia un compromiso de los países desarrollados y en vías de desarrollo sobre los métodos para reducir el cambio climático. El acuerdo, que será aplicado a partir de 2020, establece un plan de acción mundial paulatino y de largo plazo para mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 °C sobre los niveles preindustriales, es decir antes de 1880.

Cada uno de los países llevó su compromiso voluntario de reducción de gases de efecto invernadero y se establecieron medios de financiamiento para las acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.

“Un punto interesante fue que se dejó de lado el enfoque sectorial por lo que no se exigen compromisos específicos de reducción, por ejemplo para el agro, que podrían haber afectado la producción de alimentos”, señaló Illescas. Además, según el experto, “lo saliente es que se trata de un instrumento legal vinculante lo que implica la obligatoriedad de cumplir con lo acordado”.

Los unos y los otros

Un aspecto elocuente de la responsabilidad en el calentamiento global establecido en el Acuerdo es que los países que más contaminan deben afrontar los mayores compromisos. En tal sentido, los principales emisores son China y Estados Unidos que suman el 35% del total. En segundo lugar están la Unión Europea, Australia, Canadá, India, Rusia y Brasil que en conjunto representan un porcentaje semejante. Recién en el tercer grupo aparece la Argentina con el 0,9% de las emisiones globales.

Así las cosas, el compromiso asumido por EE.UU. es lograr una reducción del 26 al 28% por debajo de su nivel de 2005 para 2025 y el de la UE es del 40% en comparación con 1990. En cuanto al Mercosur, Brasil presentó un programa ambicioso para disminuir el 43%, vinculado básicamente con la recuperación de millones de hectáreas de pasturas degradadas y el manejo integrado de bosques, agricultura y ganadería.

Para Illescas, un caso “que debe ser tomado como un ejemplo para la ganadería argentina” es el de Uruguay. El país oriental argumentó que no puede mitigar el cambio climático a costas de su producción de carne, por lo que ató su compromiso a la reducción de emisiones por kilo vivo, es decir a ser más eficientes sin resignar el crecimiento sustentable. Por ejemplo, en materia de gas metano, estableció una meta de reducción del 33% para 2030 y del 46% si dispone de financiamiento externo.

La propuesta argentina

Con un compromiso de reducción incondicional del 15% a 2030 y otro del 15% sujeto a aportes externos para desarrollo y transferencia de tecnologías, la propuesta argentina no contempla a la ganadería.

¿Dónde se recortarán las emisiones? El plan se hizo teniendo en cuenta que el sector energético representa el 43% de las mismas y el agropecuario el 28%, mientras que la ganadería por sí sola alcanza al 17% del total.

“En primer lugar, se está trabajando en fuentes de generación eléctrica renovable y biocombustibles; en la utilización de paneles y calefactores solares para la demanda residencial; en la renovación de la flota de transporte y en implementación de un programa ferroviario. En agricultura, se está poniendo el foco en la rotación de cultivos, la eficiencia en el uso de fertilizantes y en fijadores biológicos de nitrógeno”, aclaró Illescas.

De cara al futuro

Una cuestión clave del Acuerdo de París es su carácter progresivo en materia de reducción de gases efecto invernadero. En 2020, los países deben presentar nuevos programas aún más ambiciosos que los anteriores y luego seguir renovándolos cada cinco años, algo que por supuesto incluye a la Argentina.

“Entonces, la ganadería va a caer dentro de la propuesta, probablemente sea la próxima carta para negociar. Por eso, debemos prepararnos para ese momento siendo cada vez más eficientes, reduciendo la emisión por unidad de alimento producido, que es lo que los mercados miran”, advirtió.

Y prosiguió: “se ha mencionado mucho un plan de reducción del 25% incondicional y otro 25%, atado a aportes externos. Algunos sectores ambientalistas lo están reclamando, lo cual es peligroso porque podría llevar a plantearse la necesidad de achicar el stock ganadero”.

En este marco, Illescas recomendó que el sector cárnico no sólo apunte a ganar eficiencia, sino que siga de cerca las negociaciones ambientales que llevan adelante la Cancillería y el Ministerio de Agroindustria.

“Con el Acuerdo de París, el camino recién se inicia. La ganadería debe estar atenta e involucrarse en este proceso negociador con la contraparte pública para evitar que se apliquen barreras al comercio y que nuevos compromisos cercenen la libertad de producir bajo determinados modelos sin contraprestaciones. Hay que trabajar en conjunto para demostrar que el país es confiable como productor de alimentos”, concluyó.

Por Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne

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9 Comentarios

  1. Hugo E. Fassola julio 11, 2016 at 3:37 pm - Responder

    Sra.
    L Rosenstein
    Editora Valor Carne
    He leído c0n interés su editorial. Como responsable del Programa Nacional Forestales de INTA y si es de su interés, me pongo a su disposición para tratar el tema de los sistemas slvopastoriles. A nivel global y nacional hay sectores ambientalistas que consideran que la producción de carne implica más emisiones y desmonte. En el programa, y en la institución entendemos que no. que es factible potenciar ambas actividades sin desmedro de una u otra en determinados ambientes. Tanto de bosques nativos como implantados.
    Hay grupos de trabajo en distintas regiones, con experiencia , con conocimiento de los stocks de carbono para este tipo de sistema en algunas regiones
    No nos cabe que puede ser una alternativa económica viable para la producción pecuaria.
    Quedando a su disposición saludo a ud atte

    Hugo E. Fassola
    Coordinador Programa Nacional Forestales
    EEA INTA Montecarlo
    Av. El libertador 2472
    3384 Montecarlo
    Misiones
    Argentina
    03751 480 057 / 480 512 int 124
    Celular 1167960475

    • Liliana Rosenstein julio 12, 2016 at 3:33 pm - Responder

      Estimado Hugo, buenas tardes:
      Muchas gracias por su comentario y ofrecimiento.
      Nos comunicaremos con Usted a la brevedad para que pueda contarnos las experiencias del INTA en sistemas silvopastoriles y las correspondientes mediciones de sus stocks de carbono, algo que estimo será de gran interés para los lectores de Valor Carne.
      Cordiales saludos
      Liliana Rosenstein

  2. Rodriguez, Jose Marìa julio 12, 2016 at 10:46 am - Responder

    Debemos producir con mayor eficiencia y responsabilidad ambiental, profesionalizando la actividad.
    Gracias, saludos.

  3. Fabián Acosta julio 13, 2016 at 10:29 am - Responder

    Recomiendo ‘La larga sombra del ganado’. Publicación de FAO de 2009.

    • Nelson Illescas julio 19, 2016 at 3:14 pm - Responder

      Esa publicación de FAO, que es de 2006 y no de 2009, fue uno de los primeros enfoques de la institución sobre la cuestión. Con el correr del tiempo las apreciaciones sobre la agricultura han ido cambiando, ayudadas por la mayor informacion disponible.
      De hecho, se puede ver en una publicación mas reciente de FAO, llamada "Enfrentando el cambio climático a través de la ganadería – Una evaluación global de las emisiones y oportunidades de mitigación.", dos de cuyos autores (Henning Steinfeld y Pierre Gerber) también escribieron "La larga sombra del ganado".
      Y precisamente Henning Steinfeld va a estar en Argentina el próximo 25 de julio en un seminario organizado por la SRA, en una charla denominada Ganadería y seguridad alimentaria en el marco de la COP21.
      Saludos.

  4. Jorge Esquivel (h) julio 14, 2016 at 8:56 am - Responder

    En el Nordeste de la Argentina existen varias empresas, de distintos tamaños, que a través de los sistemas silvopastoriles complementan la producción de carne y madera en la misma superficie, generando así un balance negativo en la emisión de metano por parte del ganado gracias a la fijación de CO2 de los árboles incorporados intencionalmente a los potreros ganaderos. Esta realidad, puede ser mejorada disminuyendo la generación de metano a través del aumento de la eficiencia de cosecha de pastizales y pasturas y mejorar la calidad (menor contenido de Fibra Detergente Neutro). El Brasil lanzó recientemente su plan Carne Carbono Neutro (CCN) incorporando los sistemas silvopastoriles como un aliado estratégico en dicho proyecto de disminuir las emisiones de metano.
    Varios productores CREA de la Región Litoral Norte tienen diferentes sistemas de producción donde el balance de C, a través de sistemas silvopastoriles con Eucaliptos y Pinos, presentan balance positivo.

    • Liliana Rosenstein julio 19, 2016 at 12:11 pm - Responder

      Estimado Jorge: muchas gracias por sus aportes y lo invitamos a contar a través de Valor Carne las experiencias de esas empresas, que seguramente resultarán de interés para nuestros lectores. Tomaremos contacto con usted a la brevedad.
      Cordiales saludos

  5. norberto gallino julio 14, 2016 at 7:55 pm - Responder

    Creo que hay un desconocimiento de cuales son las tecnologías que permiten reducir las emisiones de gas metano en rumiantes. Sería importante profundizar en el tema.

    • Liliana Rosenstein julio 19, 2016 at 12:12 pm - Responder

      Estimado Norberto: muchas gracias por su comentario. Tomaremos en cuenta su inquietud para próximos boletines.
      Cordiales saludos

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