Según reflejan los medios uruguayos, la baja acentuada de los precios de la hacienda -que se registra desde agosto- despertó la polémica entre productores e industria.
Mientras los primeros sostienen que la disminución obedecería a un acuerdo entre empresas procesadoras, estas últimas argumentan que el novillo en Uruguay, aún con la baja, cotiza por encima de competidores como Brasil y Paraguay y hasta supera el nivel de Australia en donde la categoría tipo Japón, la de mayor valor, está en US$ 2,97 por kilo en gancho.
En este marco, los frigoríficos trasladaron la caída del precio del ganado gordo a la carne que vuelcan en las carnicerías. Por consiguiente, el kilo de la media res y de todos los cortes con hueso del delantero, bajó alrededor de 4,5%, o sea entre 4 y 5 pesos uruguayos.
A su vez, es diario El País señala que cuando se espera la mayor parición de la historia del Uruguay, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca confirmó que la exportación de ganado en pie seguirá abierta por lo que se podría superar el récord de 280 mil cabezas embarcadas en 2010. Para agilizar la operatoria solo será necesario tramitar permisos para vender ganado gordo quedando liberadas las operaciones de terneros.
En opinión de Valor Carne, más allá de los hechos puntuales que están ocurriendo, lo importante es que Uruguay tiene un marco normativo que alienta la libertad, la competencia y facilita las decisiones de los distintos actores de la cadena.
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