De acuerdo a la medición que realiza la FAO, el precio de la carne (todas las especies) retrocedió nuevamente septiembre y se ubicó 4% por debajo de su reciente pico de hace tres meses.
Este resultado fue la conjunción de los movimientos de precios de las cuatro principales especies que se comercializan mundialmente.
La carne porcina está siendo la más resistente a estas depreciaciones. En septiembre, siguió contradiciendo la tendencia negativa de las demás y alcanzó su mayor precio.
En el otro extremo, la carne ovina bajó y resulta 18% inferior al pico, que se produjo hace un año.
En cambio, la carne vacuna, en el sexto mes de baja, está 8% debajo de ese pico.
Y la carne de pollo, 5% debajo del pico que se observó hace tres meses.
Pese a estos datos negativos, no hay que perder de vista que el precio real de la carne, es decir, deflacionado por los precios internacionales en dólares, es el mayor de la serie histórica elaborada desde 1990, con la excepción de los valores de los últimos seis meses.
A su vez, el índice de las carnes viene desempeñándose mejor que el de otros alimentos.
Los aceites bajaron 40% desde el pico de hace seis meses; los cereales 15% en cuatro meses, el azúcar 10% en cinco meses y los lácteos 5% en tres meses.
En promedio ponderado, el precio de los alimentos medido por ese organismo mundial bajó 15% con respecto al pico que se anotó hace medio año.
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