Según Raúl Milano, Director del Rosgan, la suba generalizada registrada en el remate del 10 septiembre último fue consecuencia de una oferta retraída por las inundaciones en Buenos Aires y de una demanda muy firme de invernada. “La catástrofe que se abate sobre la provincia, que tiene casi un tercio de su superficie bajo el agua, se tradujo en la ausencia de lotes de ese origen y nos dejó con una oferta menor a la habitual”, indicó.
En cuanto a la demanda, “los actores principales son los invernadores tradicionales que, ante una buena calidad de hacienda, no reparan en pagar algunos pesos más para garantizarse una tropa. Si bien los feedloteros no marcaron precios topes siguieron mostrando interés en no vaciar totalmente sus corrales”, aseguró. Y explicó que “hoy, ante el precio planchado del maíz y los buenos valores del gordo el encierre sigue siendo negocio”.
Así las cosas, la invernada en todas sus categorías volvió a mostrar nuevos precios record, que se suceden remate tras remate desde junio en adelante. Por ejemplo, los novillos de 1 a 2 años y de 2 a 3 años cotizaron a $19,65 por kilo, un 73% más que un año atrás, lo cual según lo calculado por Valor Carne equivale a una suba del 23% en términos reales.
Estos aumentos son similares a los que se observan en el ganado terminado para faena durante el último año, lo que estaría indicando un traslado de la mejora de precios al recriador en beneficio de la cadena.
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