En los últimos diez días se ampliaron las diferencias de precios entre las cuatro plazas ganaderas del Mercosur, mientras que en Brasil y en Uruguay se marcaron los movimientos más divergentes.
En Brasil se produjo una baja muy marcada del precio de los novillos terminados, medido en dólares, básicamente por la depreciación del real en estos últimos 10 días.
Mientras el precio en moneda local cayó 1%, la devaluación que llevó al dólar de BRL3,14 a 3,37 hizo que el valor en dólares cayera casi 8% a U$S 2,79 por kilo carcasa. Esa cotización de 3,37 reales por dólar es el promedio de 5 días móviles, como siempre tomamos en Valor Carne, pero el viernes 31 llegó a 3,42.
Hay que remontarse a agosto de 2013 para encontrar un valor tan bajo en dólares para el novillo de San Pablo, cuando sólo tuvo esa cotización por un par de días. Para encontrar ese mismo nivel de forma más duradera, hay que retroceder a febrero de 2010.
El citado movimiento cambiario le da a la carne brasileña la máxima competitividad del Mercosur y, probablemente, del mundo en estos momentos.
Con un signo contrario, en Uruguay el precio del novillo para faena aumentó 24 centavos de dólar en el mismo período, al pasar a los U$S 3,80 de esta semana, marcando un incremento de casi 7%, porcentaje similar a la caída en Brasil.
La oferta se mantuvo restringida y la demanda fue activa. La faena en la semana que terminó el 24 de julio fue de 42.300 cabezas, 7% más que la semana previa, 2% más que el promedio de las 10 semanas anteriores que, a su vez, resultó 6% menor interanualmente.
Paraguay mostró un precio 2 centavos o medio por ciento mayor, en el contexto de una oferta limitada por el inicio de la campaña de vacunación antiaftosa, marcando U$S3,12 por kilo en gancho.
En la Argentina, el precio del novillo pesado y con trazabilidad no mostró cambios en pesos, en el promedio ponderado que calculamos en Valor Carne. La mayoría de las empresas mantuvo sus cotizaciones anteriores, que habían aumentado en ocasión del paro parcial del personal de SENASA, con casos aislados en que algunas subieron y otras bajaron desde aquella posición. Ese promedio arroja $32,50 por kilo en playa de faena.
El mantenimiento del promedio junto a la devaluación del 0,5% en 10 días, provocó una caída del precio en dólares de 2 centavos ó 0,5% para la industria exportadora.
En cambio, mirando el valor en dólares percibido por el productor, a causa de una fuerte devaluación en el mercado paralelo de monedas, resultó en una baja de 13 centavos o 6%, para U$S 2,18 por kilo en gancho. Desde noviembre último que no se registraba una brecha tan grande entre el precio en dólares que paga la industria y el percibido por el productor.
A su vez, la diferencia entre el mayor y el menor de los precios de Brasil, Paraguay y Uruguay (en orden creciente) alcanzó 36%. En los últimos dos años no ha habido una diferencia tan grande entre el mínimo y el máximo de estos tres países.
A su vez, el sobreprecio pagado por la industria argentino en relación al promedio ponderado de sus vecinos trepó al 37%, aproximándose a los máximos del último bimestre de 2013, que marcaron 42/43%, dejando a la Argentina en una situación de gran descompetencia.
Cómo se calculan los precios
El seguimiento del valor del novillo gordo en la región realizado por Valor Carne es una forma de estimar la competitividad exportadora de cada uno de los cuatro países ganaderos del Mercosur.
Los precios se calculan de acuerdo al promedio pagado por la categoría, dividido por el tipo de cambio entre las monedas locales y el dólar de los EE.UU.
En el caso de la Argentina, en “Dólar para exportar” se considera el costo de la materia prima para un frigorífico tomando el tipo de cambio oficial y los derechos de exportación del 15%. Desde la semana finalizada el 18 de abril del 2014, se dejó de considerar la incidencia del esquema de “barata”, debido a los cambios regulatorios introducidos por las autoridades. En tanto, en “Dólar para el productor” se muestra el ingreso del ganadero medido según la cotización del mercado paralelo de cambios.
En Brasil, Paraguay y Uruguay, países que no tienen estas distorsiones ni la brecha entre el mercado cambiario oficial y el informal, ambos valores coinciden.
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