El incremento de precios del 35% en la invernada y del 45% en el gordo, registrado en los últimos 5 meses, frente a costos que no han ajustado más del 20%, durante ese lapso, le permiten a la ganadería arrancar este año bastante mejor que los dos anteriores.
Pese a ello, se observa un fuerte desestímulo entre los productores como resultado de las pésimas señales que se vuelven a dar desde el Gobierno con las limitaciones a las exportaciones, la presiones a los supermercados en el Mercado de Liniers, la vuelta de tuerca al régimen de las “baratas” y toda la parafernalia desplegada en los últimos años y que terminó diezmando el stock vacuno.
La incertidumbre se vio agravada porque hace menos de dos meses el Ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, manifestó públicamente la intención de incrementar la participación de las exportaciones para acercarse a la histórica relación 80/20, entre los destinos de consumo y exportación.
En este marco, luego de la devaluación del 22 de enero, la contención del dólar se hizo mediante un alza en las tasas de interés, lo que generó un fuerte encarecimiento del crédito y acortamiento de los plazos de venta, provocando una caída en el poder de compra de los invernadores/feedloteros.
Como consecuencia, se espera una nueva retracción de las inversiones productivas. A modo de ejemplo, basta ver que los vientres preñados se venden a mayor precio como hacienda gorda que como madres. De persistir estas señales, este año entraríamos nuevamente a un ciclo de liquidación.
Para 2015
Dicho esto, no se puede dejar de enfatizar algunos temas que, particularmente, los criadores y los recriadores/invernadores pastoriles deberían considerar:
- Estas políticas tienen fecha de vencimiento y el período en que estarán vigentes es más corto que buena parte de los procesos ganaderos. En tal sentido, las vacas que hoy se están tactando destetarán sus terneros en el otoño del 2015 y sus recrías se venderán ya con un nuevo Gobierno. Un ciclo parecido protagonizarán los terneros que pasarán a procesos de recría pastoril para su terminación como novillos pesados, bien adentrado el 2015.
- Mientras tanto, el mercado internacional continúa en franco crecimiento, con abastecimiento insuficiente y precios en alza.
- Frente a esta demanda, hay que destacar que la producción de novillos continúa cayendo, esperándose para este año menos de la mitad de la oferta para faena que había antes de la puesta en marcha de las políticas de intervención en los mercados.
Sin ánimo de ser excesivamente optimista e ignorar lo que está ocurriendo en nuestra economía, no puedo dejar de visualizar una excelente oportunidad cuando el actual mandato llegue a su fin y se vuelva a administraciones más racionales. Téngase en cuenta que entre los sectores empresariales y las principales fuerzas de la oposición, se están gestando acuerdos básicos para llevar adelante políticas de Estado que permitan sacar al país del estancamiento y desarrollar todas las potencialidades que hoy se encuentran limitadas.
La coyuntura
Con esta visión del largo, cabe describir qué deberíamos esperar para el corto plazo:
- Precio del ganado para faena: los valores serán similares a los de hoy en día hasta que la oferta recupere la capacidad de satisfacer la demanda, lo que ocurriría de mediados de abril en adelante. A partir de ahí, las cotizaciones del ganado liviano para consumo mostrarán una tendencia a la baja. En paralelo, el ganado pesado con destino a exportación se mantendrá firme, en mayor medida por su escasez que por la presión de la demanda.
- Precio de la invernada: con la recuperación de las lluvias y las temperaturas que contribuyen al crecimiento del pasto, la oferta pastoril está dilatando las ventas del destete otoñal. Esto generará una oferta importante entre los meses de abril y mayo, incrementada por un mayor número de terneros, tal como surge de la información extraoficial que circula entre los analistas. En paralelo los feedloteros, protagonistas importantes de la compra, se encontrarán bastante más limitados por el mencionado incremento de los costos financieros. Como consecuencia, una vez en el corazón de la zafra, deberían esperarse bajas de precios, particularmente para las categorías más livianas.
- Precio para las recrías: debido a la caída en la oferta de novillos pesados para exportación que se acentuará luego de las primeras heladas, los novillitos de recría mantendrán precios firmes por la demanda de los feedloteros y de los propios frigoríficos exportadores que busquen en la compra y terminación de la categoría una forma de asegurarse faenas. Si bien es cierto que hoy las ventas al exterior están muy limitadas, una vez que el precio del ganado liviano se estabilice o afloje un poco, deberían recuperar protagonismo.
En síntesis, el largo plazo está asegurado y, dentro del corto, y pese a las limitaciones de las políticas públicas, habrá oportunidades que valdrá la pena explorar. Estoy convencido de que no estamos en el negocio equivocado sino que atravesamos una coyuntura adversa con fecha de vencimiento.
Por Lic. Víctor Tonelli, Consultor en Ganadería
A los indudables problemas generados por medidas gubernamentales equivocadas (erróneas pues contradicen el objetivo de la Jefatura de Gabinete de aumentar las exportaciones y porque exportar los cortes de alto valor y los no vendibles en mercado interno, contribuiría a abaratar los vendibles localmente como estableció el estudio de la UCA para el IPCVA de 2006 y además genera empleo en la industria), creo que deberíamos sumar nuestras propias ineficiencias mirando hacia el interior de la cadena y ello me lleva a compartir algunas reflexiones.
Haciendo una cuenta a mano alzada y suponiendo que todos los asados con vacio y matambre (21/22 kilos) se colocaran dentro del programa pactado, con una relación 1:2,5, solo permitirían exportar un 75% de lo que potencialmente obtrendríamos de Rump and Loin + Bife Ancho (10 kgs), cortes de la Rueda (20 kilos), cortes del delantero (30 kgs), Trimmings (12 kilos), cortes chicos (6 kilos) por media res de Novillo. Dado que una parte de las ruedas, delanteros y recortes se vende en mercado interno esa relación podría alcanzar para un programa de mínima, pero lógicamente el volumen exportable quedaría sujeto a la venta de todos los parrilleros en el marco planteado.
De todos modos, lo más preocupante en mi opinión –descontando los problemas generados por las postergaciones de embarques, que cuando no es por los Roes es por la huelga de estibadores que generó el no arribo al puerto de Buenos Aires del último buque que llegaba a tiempo para la venta de Pascuas- es que pese a la menor faena de novillos de la que hablamos, esta categoría (contando los de 431/450 que están en el límite de peso requerido) alcanzó en 2013 a los 2.5 millones de cabezas (unas 100.000 menos que en 2012) y restando unas 100.000 que anualmente se venden en Liniers y que lógicamente se destinan a mercado interno, nos quedan 2.4 millones de novillos faenados anualmente, de los cuales se aprovechan para vender Rump and Loin Hilton menos de 1 millón!, desperdiciando por lo menos 500.000 novillos que podrían integrarse mejor si se faenaran con destino a la UE aunque más no sea para aprovechar bifes, cuadril y lomo.
De nada valdrán esfuerzos para conquistar nuevos mercados (acceso algún día a la cuota 481 de la UE, cupo de carnes de alta calidad para Rusia, reapertura de USA y Canadá, aprobación de cortes enfriados para China, apertura de Corea en el mediano plazo, etc.) si desaprovechamos la cuota de más alto valor a la que tenemos acceso y no somos capaces de cumplir. Deberíamos determinar al menos si el problema de incumplimiento es la menor disponibilidad de campos UE, la redefinición del biotipo Hilton, la competencia generada por la evasión en el mercado interno o cuales son las razones verdaderas, porque novillos -pese a todo- se faenan en número suficiente para exportar potencialmente 50.000 toneladas de R+L.
Cordiales saludos,
Germán
Estimado Germán:
Bienvenidas estas reflexiones de un conocedor tan experimentado de los temas de ganados y carnes. El muy bajo nivel de exportación y el reiterado incumplimiento de la cuota Hilton, como surge de tus datos, no responde ni a la falta de novillos (ni siquiera ahora que hay tan pocos) ni a otros problemas atribuibles a productores o industriales exportadores, sino al mantenimiento de barreras para exportar (derechos de exportación, baratas o el nuevo esquema de venta de parrilleros) y a los repetidos frenos vía restricción de aprobación de ROEs que nunca siguen un patrón regulatorio sino que dependen del humor del funcionario.
No obstante, discrepo con el criterio de que las negociaciones internacionales para ganar o asegurar mercados son esfuerzos que no valgan la pena. Ni siquiera ahora.
Porque tales negociaciones sirven para el largo plazo.
Mientras que los problemas del sector, más allá de que vienen desde hace 8 ó 9 años, se pueden considerar de coyuntura ya que cae de maduro que ningún gobierno, a partir de diciembre de 2015 seguirá aplicando estas herramientas cuyo fracaso es palpable.
Entonces, dados los tiempos biológicos que demanda la producción de carne vacuna, celebremos lo que se pueda conseguir en materia internacional y preparémonos para producir, procesar y comercializar, internamente y en el exterior, a partir de las nuevas reglas de juego por venir.
Mientras tanto habrá que aguantar el chubasco.
Gracias, nuevamente. MG
muy bueno el artículo de Victor, y los comentarios de Germán y Miguel.
Comentarios de altura,ojala algun funcionario tome estas opiniones tan constructivas,didacticas y se deje llevar por el sentido comun.