Nuevas prácticas para regular el crecimiento del pasto

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Nuevas prácticas para regular el crecimiento del pasto

2019-01-15T18:45:46-03:0021 de septiembre, 2013|0 comentarios

“El control temprano de la floración, que consiste en la aplicación de nitrógeno (N) y el pastoreo severo entre fines de julio y principios de agosto, permite regular lo que ocurrirá el resto del año en términos de crecimiento del forraje y floración. Esto impacta en el valor nutritivo de las pasturas y la respuesta animal”, aseguran los técnicos del Grupo Pasturas del INTA Balcarce, que desarrollaron esta  técnica sencilla, adaptable a toda la región pampeana húmeda y subhúmeda, para aportar una solución al eterno problema del faltante de pastos invernales y los posteriores excedentes de baja calidad.

Según los expertos, las especies forrajeras crecen muy poco, por debajo de los 10 kg. de materia seca (MS) por ha/día, cuando la temperatura del aire está entre 5 y 10°C. En el sudeste bonaerense, estos registros se dan desde junio hasta principios de agosto. Luego, cuando sobrepasan los 10°C, o sea a partir de mediados de agosto, crecen a razón de 20/30 kg. MS/ha/día.

Sin embargo, esta temperatura no es suficiente para liberar el N del suelo, por lo que las pasturas crecen por debajo de las tasas mencionadas. Entonces, para incrementar su oferta a la salida del invierno y controlar el pasaje a estado reproductivo a fines de la primavera, con matas altas de bajo valor nutritivo, es necesario aplicar N y realizar un pastoreo severo, como se dijo, entre fines de julio y principios de agosto.

Los técnicos recomiendan aplicar el N en forma escalonada. Por ejemplo, un 20/30% de la superficie, la que se va a pastorear primero, puede fertilizarse con 100 kg. N/ha. Otro 30/40%, con 75 kg/ha, y el resto con una dosis menor. Incluso, esta última “quizá no requiera N porque al aumentar la temperatura el nutriente se libera del suelo”, aseguran.

Para que rebrote en otoño

Otra recomendación del Grupo es que en plena primavera, cuando el crecimiento es activo, hay que adelantar el pastoreo para evitar que se cierre la cubierta de la pastura y sombree la base. Es decir que se debe hacerlo antes de que la primera hoja del rebrote comience a secarse. “La cantidad de forraje acumulado para realizar esta práctica no deberá superar las 2.500/3.000 kg. MS/ha.”, agrega.

Con este manejo, se producen hojas cortas y verdes de alta calidad que forman una estructura rastrera que escapa a los dientes del animal, por lo que queda un remanente pos pastoreo de 1.000/1.200 kg. MS/ha. Así, se favorece un rebrote de buena calidad en la misma primavera y el reinicio temprano del crecimiento en el próximo otoño.

En la jornada “Pasturas para producir más y mejor”, que se realizará 17 de octubre en el INTA Balcarce, los profesionales explicarán el sistema y mostrarán un módulo en el que se obtiene más de 1.000 kg./ha/año de carne, combinando la técnica con un encierre a corral para regular la carga.

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