De acuerdo a los pronóstico del USDA, el stock vacuno de Rusia retrocedería el 1,5%, hasta llegar a 18,4 millones de cabezas en 2016, informó Meat & Livestock Australia. El movimiento se encuadra en una tendencia de largo plazo de caída sistemática de las existencias.
El organismo norteamericano también estima una producción menor en 5%, de 1,3 millones de toneladas de carne con hueso.
En tanto, las importaciones han disminuido 30%, entre enero de 2014 y julio de 2015, como resultado de varios factores, que incluyen interrupción del comercio, volatilidad de precios en el mercado, devaluación considerable del rublo y una demanda interna declinante a causa de la debilidad de la economía.
A pesar de este contexto, con precios muy atractivos para la carne y menores volúmenes ofrecidos, los ganaderos rusos no están en condiciones de hacer las inversiones necesarias para aumentar la producción, a causa de las existencias limitadas de hacienda y la ausencia de líneas de crédito de largo plazo.
El Ministerio de Agricultura del país euroasiático reconoció que la sustitución de importaciones va a llevar un período muy considerable de tiempo, a diferencia de los avances obtenidos en los renglones de pollos y cerdos.
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