En la semana terminada el 7 de febrero, se observó cierta estabilidad de precios para el novillo en el Mercosur, con excepción de la Argentina.
En Brasil, aumentó 5 centavos de dólar por kilo en gancho (2%) llegando a U$S 3,21 como resultado de un aumento del 1% en reales y de una revaluación similar de la moneda local frente al dólar. No obstante, existe cierta tensión alcista en el mercado a causa de la sequía generalizada y de la fuerte ola de calor del mes de enero que, según analistas de la Universidad de San Pablo, está limitando la oferta de animales terminados.
En Uruguay, con una faena ya estabilizada en torno a las 40 mil cabezas semanales, la demanda está más activa y se siguen acumulando pequeños aumentos en los precios. Al 7 de febrero, se agregaron otros 3 centavos de dólar por kilo en gancho (1%), alcanzando los U$S 3,45.
En el caso de Paraguay, se mantienen las cotizaciones de hace diez días: U$S 3,30 por kilo en gancho para los novillos generales y U$S 3,40 para los aptos para Chile. La industria está tratando de bajar estos valores pero la reducida oferta no permite convalidar esos intentos.

La Argentina, un caso aparte
Tras la marcada caída del precio en dólares, luego de la devaluación, la cotización del novillo en pesos siguió en una inercia de aumentos hasta la reciente estabilización. Por su parte, la nueva paridad de la moneda local frente al dólar se mantuvo o, inclusive, retrocedió mínimamente.
De esta manera, de acuerdo al método de cálculo de Valor Carne, el precio para los exportadores se elevó en 37 centavos de dólar por kilo en gancho (9%), llegando a U$S 4,28. En el caso de lo percibido por los productores, la estabilidad en el mercado paralelo de cambios, junto al aumento del precio en pesos, provocó una suba de 15 centavos de dólar (7%).
Así, el sobreprecio del novillo en la Argentina con relación al de sus vecinos del Mercosur, que a principios de diciembre había llegado al 40% y luego de la fuerte devaluación bajó al 17%, hoy es de casi el 30%, perdiéndose buena parte de la mejora lograda por la depreciación del valor del peso.
El novillo pesado con caravana, apto para la UE, se comercializó entre 27 y 28 pesos por kilo carcasa, con lo cual la industria exportadora está pagando un 10% más que los niveles del mercado de Liniers. De este modo, la oferta está reconstituyéndose, siendo más fluido el cierre de negocios entre ganaderos y frigoríficos, al menos en esta coyuntura.
Además del gráfico habitual con las comparaciones de precios entre los países del Mercosur, presentamos nuevamente la serie de los últimos seis meses, tal como hacemos con cierta periodicidad.

Cómo se calculan lo precios
El seguimiento del valor del novillo gordo en la región realizado por Valor Carne es una forma de estimar la competitividad exportadora de cada uno de los cuatro países ganaderos del Mercosur.
Los precios se calculan de acuerdo al promedio pagado por la categoría, dividido por el tipo de cambio entre las monedas locales y el dólar de los EE.UU.
En el caso de la Argentina, en “Dólar para exportar” se considera el costo de la materia prima para un frigorífico tomando el tipo de cambio oficial, los derechos de exportación del 15% y la influencia promedio del esquema de “barata”. En tanto, en “Dólar para el productor” se muestra el ingreso del ganadero medido según la cotización del mercado paralelo de cambios.
En Brasil, Paraguay y Uruguay, países que no tienen estas distorsiones ni la brecha entre el mercado cambiario oficial y el informal, ambos valores coinciden.
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