La devaluación de la moneda brasileña continúa modificando el escenario de precios del novillo en la mayoría de los países ganaderos del Mercosur.
En Brasil, la cotización en reales de la categoría aumentó 0,1% en los últimos diez días, mientras que la devaluación del 5%, en el mismo período, llevó el precio en dólares a U$S 2,37 por kilo carcasa, una baja del 4,7%. La cifra, es casi 40% menor al pico más reciente registrado en noviembre de 2014.
Sin embargo, en lo que va de septiembre, el precio en moneda local resulta sólo 4% inferior al pico histórico de abril último.
Pese a esta notable mayor competitividad de la carne brasileña, hasta el 27 de septiembre las exportaciones de ese país llevan un ritmo diario que sólo supera en 3% al mismo registro de hace 12 meses.
Como comentábamos en nuestro último boletín, al analizar las exportaciones hasta agosto de los líderes mundiales, es difícil de entender la baja respuesta de los embarques a semejante mayor competitividad.
En Uruguay, el precio del novillo cayó U$S 0,10 por kilo (3%). Dada la mayor baja en Brasil, la brecha entre ambos países aumentó al 46%.
La situación en ese mercado es definida por los consignatarios como de poca oferta y reducción de faena, con disparidad de precios y entradas entre las plantas. En ese sentido, en la semana terminada el 25 de septiembre se faenaron 32,7 miles de cabezas, 12% menos que la anterior y 18% menos que el promedio de las diez previas. Este promedio tiene un aumento del 20% en forma interanual.
En Paraguay, las cotizaciones se mantuvieron estables en dólares, pero es la plaza de la región que más se acerca en sus valores a los de Brasil, a una distancia de 16%.
Más distancia
En la Argentina, por su parte, las cotizaciones en pesos no tuvieron variación en los últimos diez días para los novillos pesados y trazados. La devaluación en el mercado oficial, del 0,4% redujo el valor en dólares en 1,5 centavos de dólar, para U$S 4,30.
Este precio resulta 62% más alto que el promedio de sus socios y vecinos y 82% más caro que el de Brasil. Huelgan las palabras para definir las condiciones de competitividad actual de la carne argentina.
En tanto, el valor en dólares percibido por el productor cayó 3 centavos en el período analizado, hasta los U$S 2,14, a causa de una devaluación del 1,3% en el mercado paralelo de cambios. Es la primera vez en muchos años que el precio en dólares percibido por el productor argentino se acerca tanto al precio en Brasil: sólo 10% abajo.
Avatares de la industria
Las plantas exportadoras, que buscan novillos pesados y trazados, acusan un faltante notable en su oferta. Sin embargo, no han aumentado el valor de sus ofrecimientos en la seguridad de que la retracción de las ventas no se debe tanto al nivel de precios ofrecido sino a la gran incertidumbre de los productores que prefieren demorar su venta, sea por la inminencia del resultado de las elecciones presidenciales como por el alto precio relativo de la hacienda de reposición. En general, imaginan un octubre muy complicado, con acusada disminución de la oferta.
Algunas plantas que cerraron por la interrupción del negocio con Israel, no han reabierto, postergando esa fecha hasta mediados del mes. Hay escepticismo acerca de que puedan retomar su actividad en un clima de precios muy desfavorable para las exportaciones.
Las demás han reducido sus programas de faena en función de la menor oferta y, aún así, muchas veces no consiguen cumplirlos.
Cómo se calculan los precios
El seguimiento del valor del novillo gordo en la región realizado por Valor Carne es una forma de estimar la competitividad exportadora de cada uno de los cuatro países ganaderos del Mercosur.
Los precios se calculan de acuerdo al promedio pagado por la categoría, dividido por el tipo de cambio entre las monedas locales y el dólar de los EE.UU.
En el caso de la Argentina, en “Dólar para exportar” se considera el costo de la materia prima para un frigorífico tomando el tipo de cambio oficial y los derechos de exportación del 15%. Desde la semana finalizada el 18 de abril del 2014, se dejó de considerar la incidencia del esquema de “barata”, debido a los cambios regulatorios introducidos por las autoridades. En tanto, en “Dólar para el productor” se muestra el ingreso del ganadero medido según la cotización del mercado paralelo de cambios.
En Brasil, Paraguay y Uruguay, países que no tienen estas distorsiones ni la brecha entre el mercado cambiario oficial y el informal, ambos valores coinciden.
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