En la semana terminada el 26 agosto, el precio del novillo retrocedió 1,3% en el mercado de Liniers, mientras novillitos y terneros apenas subieron pocas décimas. Las vacas anotaron casi 2% de aumento.
Estas variaciones se dieron en el marco de una oferta de 23.500 cabezas, sólo 1% por debajo del promedio de 52 semanas.
En tanto, en los primeros dos días de esta semana –sólo el martes es representativo- la cotización del novillo resultó 2% más baja que el valor promedio de la anterior, es decir, observó un nuevo retroceso.
La comparación con los valores de hace 30, 60 y 90 días es cabal muestra del amesetamiento nominal de los precios en el último trimestre.
Los novillos, novillitos y terneros gordos aumentaron entre 0 y 2% en el último mes, cayeron entre 1 y 3% en dos meses y subieron entre 2 y 4% en tres meses. Sólo las vacas se diferenciaron con mejoras de 30-40% en dos y tres meses.
Precios corrientes vs. reales
Como se puede ver en el gráfico siguiente, las cotizaciones corrientes del novillo han venido oscilando entre $27,75 y $29 en las últimas 13 semanas (tres meses). Esto se tradujo en una creciente pérdida en precios reales, a pesar de la reciente declinación de la inflación.
A fines de julio, por primera vez en casi un año cruzó hacia abajo la línea de los promedios móviles de 52 semanas, recuperándose inmediatamente, pero en esta semana comentada volvió a hacerlo, un punto más profundo.
Es difícil arriesgar si esta baja será nuevamente temporaria o si se avecinan tiempos de menores precios reales. Pero está claro que con los presentes niveles de oferta, la demanda de mercado interno, que es la que se expresa en Liniers, no tiene resto para seguir acompañando la inflación como sí lo hizo en el difícil primer semestre.
De livianos y pesados
En tanto, también se advierte que mientras los precios nominales, en Liniers, siguen oscilando en el mismo eje, el novillo pesado y trazado ha mostrado aumentos más significativos. Así, el 4% de aumento logrado en tres meses por el novillo en el mercado concentrador contrasta con el 11% del novillo trazado en el mismo plazo.
Cuando se generalice que el novillo pesado recibe un mejor precio, tal como la teoría lo indica en base a las nuevas regulaciones favorables a la exportación, habrá más productores que quieran vender su hacienda con mayor peso, lo que garantizará mayor oferta a corto plazo para los mercados externos.
Al mismo tiempo, habrá una menor oferta de animales más livianos, al menos en el corto plazo, que quitará presión sobre el mercado.
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