En la semana terminada el 29 de agosto, los precios de novillos y novillitos aumentaron otro 1%, los de terneros gordos cayeron 2% y los de vacas aumentaron 6%.
La entrada fue de sólo poco más de 17 mil cabezas, explicada principalmente por el paro general del jueves 28. Ese número resultó un 44% menor que el de la semana anterior y un 38% mas bajo que el promedio semanal de este año. Como la caída tuvo que ver con un evento puntual, la demanda no se salió de sus cabales.
En la comparación con los precios de hace 30, 60 y 90 días, los novillos, novillitos y terneros gordos muestran aumentos de entre 6 y 17%. En tanto, las vacas superan el 11% en un mes y el 40% para períodos más largos.
Este movimiento de precios permitió que el valor real –deflacionado- del novillo se ubicara sólo 2% abajo del record de abril, con ganancias del 13% sobre el promedio de las últimas 52 semanas (un año) y del 34% frente a la misma semana del año pasado.
Finalmente, en términos nominales, sin ajuste por inflación, el aumento fue del 89% en un año.
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