En la semana terminada el 28 de marzo, los precios de las categorías comercializadas en el Mercado de Liniers se mantuvieron sin cambios, a pesar de los menores ingresos de los últimos quince días.
Asimismo, comparados con las cotizaciones de la semana anterior y las de uno, dos y tres meses atrás, hay que retroceder 90 días para encontrar una diferencia apreciable. Sólo las vacas muestran una evolución más desfavorable, en relación a las otras categorías.
Para tener una visión más abarcadora, conviene señalar que los precios corrientes se han mostrado mayormente estables en poco más de dos meses, perdiendo valor rápidamente a causa de la alta inflación. En efecto, en las últimas 9 semanas, el novillo ha oscilado en el eje de los $14,40 por kilo vivo, con variaciones del orden del +/-3%. Tal estabilidad impactó en su precio real, que ha tenido una trayectoria descendente.
Así, el precio ajustado por inflación de la última semana supera al promedio de las 52 previas (un año) sólo en el 13%, cuando la diferencia había llegado a un 18/20% hasta hace 15 días.
En el gráfico habitual, se agregó una línea que muestra los valores deflacionados para el promedio de las 52 semanas previas, formando una serie móvil, de modo de ver más claramente la tendencia, al suavizarse los cambios y el efecto de la estacionalidad.

Semana terminada el 21 de junio, sin actividad por paro agropecuario.
En opinión de Valor Carne, en Liniers se refleja el efecto de una mayor oferta de hacienda a nivel nacional -que se observa en los demás canales de comercialización- y de las dificultades para colocar la carne en el mercado interno a los actuales niveles de precios.
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