En la semana terminada el 1° de agosto, con datos hasta el miércoles 30, los precios de las principales categorías comercializadas en el Mercado de Liniers aumentaron entre el 2 y el 3%, con respecto a la semana anterior. La excepción fueron los novillitos, que mantuvieron sus cotizaciones.
En los cinco días hábiles al 30 de julio, la entrada fue de 25.700 cabezas, muy similar a la de la semana calendario terminada el 25 de julio, que registró 24.600 cabezas. Este nivel de oferta resulta 7% menor al promedio semanal del año en curso.
En nuestras habituales comparaciones con los precios de hace 30, 60 y 90 días, los novillos muestran incrementos del 6%, 9% y 20%, respectivamente, mientras que las vacas están muy por encima: 34, 31 y 47%, en el mismo orden. Los novillitos y los terneros gordos, que venían con aumentos más importantes desde hace más tiempo, observan incrementos más acotados, del 3 al 11% y del 4 al 8%, respectivamente, para los mismos períodos.
Las subas de precios se relacionan con la restricción de oferta de hacienda para faena, que prevalece sobre la menor demanda de carne del mercado interno y los muy pobres requerimientos de la exportación. Esto resulta aún más pronunciado en otros canales de comercialización.
De esta manera, los precios reales, es decir deflacionados, se sostienen en los niveles más altos del último par de años. En esta semana, el precio real fue 11% más alto que el promedio de las últimas 52 semanas y 27% más alto que el de hace un año. En términos nominales, sin ajuste por inflación, la comparación con el precio de hace un año muestra un incrememento del 78%.
En esta semana, el peso promedio de la oferta en Liniers se recuperó marginalmente llegando a 474 kilos, 5 kilos más que en la anterior.
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