Esta semana, los precios promedio registrados en el Mercado de Liniers volvieron a marcar retrocesos tanto nominales como, especialmente, reales.
Con respecto a la semana previa, las caídas fueron de entre 1 y 4% para las principales cuatro categorías que se comercializadas.
En relación a la oferta, el volumen de animales ingresados en los últimos diez días hábiles, superó en 15-20% a la media móvil de 52 semanas, tras dos semanas previas con entradas disminuidas en 15% sobre la misma media, a causa de las lluvias del momento.
Comparando con los valores de 30, 60 y 90 días atrás, se advierte un generalizado signo negativo, con precios que se expanden entre -1 y -7%. La única excepción se da en las vacas, que mejoraron su cotización en un 2% en la comparación con un mes atrás.
Involución de precios
En la segunda mitad de septiembre se alcanzó un último pico nominal de precios, desde el cual las cotizaciones han venido cayendo progresivamente. En estos casi dos meses, los precios de los novillos y vacas retrocedieron 7-8%; novillitos, 6%; y terneros gordos, 4%. Si a eso se le agrega la inflación del período, las pérdidas están alrededor del 10% real.
Precisamente, el precio real del novillo de esta semana que está terminando se ubica 11% por debajo del promedio móvil de 52 semanas, lo que no ocurría desde abril-mayo de 2015, y 5% abajo del valor de esta misma semana del año pasado. Desde que a fines de julio la línea de los valores semanales cruzó hacia abajo la trayectoria de las 52 semanas móviles, nunca el precio de una semana estuvo tan debajo de la referida media.
Esto podría estar indicando que difícilmente esta situación se recupere en el corto plazo.
La interacción entre una oferta de animales livianos y novillos no trazados abundante, con una demanda debilitada del consumo interno, está marcando las limitaciones del mercado para sostener el valor real de la hacienda.
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