En la semana finalizada el 8 de abril, los precios de las principales categorías comercializadas en el Mercado de Liniers aumentaron 5% frente a la anterior.
Los incrementos llegaron al 10/15% entre martes y miércoles, siempre con respecto a la misma base, pero tras una afluencia más importante para jueves y viernes, los valores retrocedieron al nivel de la semana pasada.
El mal estado de los caminos por las lluvias hizo que las entradas de martes y miércoles, dos de los tres principales días de operaciones de la semana, forzara a la demanda a pagar precios que no podían sostenerse, básicamente por la debilidad del mercado interno para el actual nivel de cotizaciones.
Aunque hubo un poco más de arribos en los últimos dos días, no se alcanzó a compensar aquella reducción, terminando la semana 7% por debajo del promedio de entradas de 52 semanas, tras la suba del 9% de la anterior.
Aún así, bastó para que se neutralizara el 100% del aumento de los primeros días.
En un primer momento, se podía pensar que estas lluvias podían ser el disparador para que se manifestara la estacionalidad del precio del novillo, que suele ser más alto para el fin del verano. La forma en que se comercializó el viernes, vuelve a poner en duda la factibilidad de que esto suceda. Pero tampoco queda descartado del todo, a esta altura del año.
En perspectiva
En las comparaciones con 30, 60 y 90 días atrás, se aprecian aumentos generalizados entre el 7 y el 11%.
Con el señalado incremento estadístico, el precio real de esta semana quedó 4% mayor que la semana pasada, 12% por encima del promedio de 52 semanas y 19% mayor que hace un año. También a los efectos comparativos, se puede agregar que le falta 13% al precio actual para igualar al pico de principios de diciembre.
En opinión de Valor Carne, sólo un faltante muy pronunciado y duradero de la oferta podría llevar los precios a niveles superiores a los actuales.
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