En su análisis trimestral sobre el mercado mundial de carne bovina, el Rabobank señala que hay dos puntos focales para entender lo que puede deparar este año.
Uno es China que, con su abandono de la política de aislamiento para combatir el covid-19, se espera que logre un mayor crecimiento económico, con impacto en la demanda de carne.
El otro es EE.UU. que ha entrado en una fase de retención de hacienda, con el menor stock de vacas en 60 años, aunque con una productividad mucho mayor que permite que la producción sea el doble de la de aquella época.
Indica que 2022 fue el año de los récords para el sector, con picos de precios alcanzados en varias de las principales ganaderías y con exportaciones no vistas antes en Brasil y EE.UU. (también en la Argentina, aunque no la cita).
La tendencia de precios en baja durante la segunda parte de año, y que aún se mantiene, no quita lo anterior.
En relación a China, a causa de la diferente actitud que tendrían los grupos de menores ingresos versus los jóvenes y las clases media y para arriba, pronostican un mayor crecimiento en el consumo de carnes de calidad frente al incremento del total.
Entre los principales cambios que prevé en la demanda china se incluye que continúe el rápido crecimiento del canal minorista, disminuyendo la tasa de desarrollo del canal institucional u Horeca (hoteles, restaurantes y catering), aunque seguirá siendo el más importante para la carne importada.
Otras modalidades que ayudan al canal minorista son la de O2O (online to offline), las compras conjuntas de grupos comunitarios y el mercado de platos pre-preparados.
Descuentan que el mercado de carne vacuna chino seguirá creciendo, aunque haya un enlentecimiento durante este primer semestre para absorber los stocks acumulados de carne importada congelada.
La mirada sobre los otros principales actores
Estados Unidos: Pese a que en 2022 China se convirtió en su tercer mercado, la previsión de menor oferta y mayores precios desde este país impondrán vientos de frente para su comercio, lo que dará ventajas a Australia. Las bajas existencias de vacas relevadas por el USDA, determinarán el futuro rumbo del sector.
Brasil: las exportaciones comenzaron a buen ritmo en el año, pero el caso de vaca loca proyecta sombras.
Australia: el precio de la hacienda se nivela tras una caída y los volúmenes de faena crecen.
Europa: la baja oferta sostiene los precios.
Japón: altas existencias de carne en stock llevan a una caída en las importaciones.
A diferencia del último pronóstico del USDA, prevé importaciones chinas para 2023 similares a las de 2022 o apenas superiores.
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