A principios de diciembre, los gobiernos de Australia y Corea del Sur llegaron a un consenso para firmar un Acuerdo de Libre Comercio.
Con un intercambio total de bienes de U$S 29 mil millones, la carne vacuna será el rubro australiano más beneficiado. En ese sentido, Corea, su tercer cliente, tiene un arancel del 40% para los cortes con o sin hueso, del 18% para menudencias y del 22,5% al 72% para otros productos bovinos; y todos estos gravámenes irán desapareciendo en un período de 15 años.
Australia cuenta con una gran participación en el mercado cárnico coreano que se consolidó entre 2003 y 2007, cuando la carne de EE.UU., primer abastecedor de la plaza, fue prohibida por la vaca loca. Luego se autorizó el ingreso de producto sin hueso de animales de hasta 30 meses de edad y, recién en 2008, fue admitida la carne con hueso.
En este contexto, con el acuerdo de libre de comercio firmado entre EE.UU. y Corea, que entró en vigencia en marzo de 2012, la competitividad australiana estaba en serio riesgo ya que ese tratado también contempla la eliminación de los aranceles en 15 años. De este modo, las carnes australianas iban a ser crecientemente más caras, en términos comparativos.
Ahora, Australia se subió al tren y, si bien enfrentará aranceles unos puntos más altos que EE.UU., que empezó antes la cuenta regresiva, se aseguró que ese pequeño diferencial terminará desapareciendo.
Impacto en Uruguay
Tras años de esfuerzos internos y de negociaciones externas, Uruguay logró que sus carnes crudas sean aceptadas por la otrora inflexible Corea del Sur, en materia de aftosa, a pesar de que el país del Mercosur es libre de la enfermedad. Sin embargo, este éxito se irá desluciendo, a medida que se vayan reduciendo los aranceles para las carnes estadounidenses y australianas.
Si el Mercosur no firma un acuerdo equivalente con el país asiático, en 15 años, la industria uruguaya tendrá que vender su carne un 30% más barata para competir mano a mano con la de Australia y Estados Unidos.
Negociaciones claves
Este tipo de acuerdos es lo que vienen haciendo las naciones que saben que una economía abierta, con exportaciones crecientes, es vital para sostener el desarrollo y propiciar el bienestar general.
Cada tratado rubricado, y hay más de 600 registrados en la Organización Mundial de Comercio (OMC), es una mala noticia para el Mercosur, que carece de estrategia para encarar estos temas. En ese sentido, apenas cerró un puñado de acuerdos con países de economías muy pequeñas y su negociación con la Unión Europea, que ya lleva 14 años, tiene dificultades para salir de la parálisis.
Volviendo al caso australiano, en 2004, el gobierno firmó un acuerdo de libre comercio con EE.UU. que contempla una desgravación para la carne vacuna a lo largo de 18 años. Los críticos pensaban que ese período era extremadamente prolongado y que nunca iba a llegar. Sin embargo, hoy, Australia está más cerca de tener acceso libre de aranceles en el anhelado mercado norteamericano.
La lección es que estas negociaciones se hacen para el largo plazo y el largo plazo llega en algún momento. También les llega a los que no firman ningún acuerdo, aunque sus consecuencias son negativas.
Por Miguel Gorelik, Director de Valor Carne.
el mercosur, y el tercemundismo de las protecciones arruinarán a sus miembros…