Elizalde: “Hay que mejorar los índices productivos”

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Elizalde: “Hay que mejorar los índices productivos”

2019-01-15T18:50:35-03:0020 de mayo, 2016|1 comentario

El especialista en nutrición animal Juan Elizalde, habitual colaborador de Valor Carne, dio una entrevista a la revista Campo Andino, publicación dedicada a las actividades agropecuarias de la región de Cuyo.

En diálogo con el periodista Oscar González, planteó la necesidad de mejorar la eficiencia de la ganadería argentina de cara al nuevo contexto en materia de políticas sectoriales. Lograr más terneros, agregarles más kilos, educar al consumidor y crecer en los mercados, las claves del proceso.

A continuación transcribimos los principales pasajes de la charla.

Indicadores productivos: “En la Argentina tenemos bajo porcentaje de destete y baja producción media por cabeza en stock. Estos indicadores siempre han sido bajos y tenemos que mejorar la ecuación, sobre todo en los eslabones más ineficientes, como lo son la cría y una recría que a veces se hace mal. El porcentaje de destete no supera el 50% ó 60% y la producción media de carne, por año, no supera los 50 kg/cabeza de stock. Este número surge de dividir la producción total de carne -unos 2.500.000 de toneladas- por las aproximadamente 50 millones de cabezas que tenemos. Esa relación es muy baja, porque en otros países está entre 120 y 125 kilos. Esta ineficiencia deriva en otro problema: las tensiones sociales que genera sacarle carne al mercado interno para exportarla o para retener stock y su impacto en el precio del producto. Porque, en definitiva, cada ternera que dejo para el rodeo de cría, es una ternera “bolita” que el consumidor no va a tener, y cada novillo cuya recría prolongo se lo estoy quitando al mercado interno”.

Consecuencia de la ineficiencia: “Hoy, para tener un millón más de terneros, es necesario dejar dos millones de vacas, porque el destete es del 50%. Si tuviéramos un índice normal y lógico del 80%, tendríamos que dejar poco más de 1,2 millones de terneras, y las casi 800 mil restantes las podríamos faenar. Es decir que si en lugar de destetar 50 terneros cada 100 vacas, destetara 80, este problema, retención vs consumo, sería mucho menos relevante, porque alcanzaría para atender los dos mercados”.

Un error recurrente: “Hay dos cosas que ocurren en todas partes del mundo, cuando el productor siente que las perspectivas son buenas: aumentar la retención de hembras y el peso de faena de los animales terminados. Pero una cosa es aumentar la retención cuando el destete es del 85% (como en Canadá) y otra cosa es hacerlo cuando es del 50%. Acá tengo que dejar muchas terneras, muchas vacas y les tengo que dar mucho de comer, en zonas marginales (que son endebles) para destetar muy pocos terneros”.

Canalizar el entusiasmo ante el nuevo escenario: “El productor que esté entusiasmado con el nuevo contexto, tiene que ver qué puede mejorar dentro de su campo. Estar entusiasmado no justifica salir a pagar 40 pesos un ternero cuando vale 33; ni llenar el campo de terneras y después no tener qué darles de comer. Por eso, no se trata de acaparar hacienda; el productor tiene que canalizar el entusiasmo analizando cuál es la limitante de cada campo. Ahora el marco de referencia está mucho más claro, ya no se puede decir, por ejemplo, no contrato un veterinario para hacer tacto porque no veo lo que puede venir para la actividad. No hay excusas para dejar de hacer lo que hay que hacer”.

Cómo mejorar el destete: “En un rodeo de cría, la vaca debe solucionar el problema por el cual no pare. Y no pare porque no entra en celo, y no entra en celo porque está flaca o está enferma reproductivamente. Eso se soluciona asegurando comida y controlando enfermedades reproductivas. De ahí la importancia de prácticas básicas, como el tacto, el diagnóstico de brucelosis y raspaje de los toros para control de enfermedades venéreas. Quienes vienen haciéndolo están logrando hasta 90% de preñez, y una producción de 120 ó 140 kg/cabeza. Es decir, para aumentar el índice de destete hay que hacer tareas tranqueras adentro, de las cuales el único responsable es el productor. Podrá tener alguna ayuda oficial, pero ¡hoy un tacto vale un kilo de carne; no es caro!”

Las otras patas de la mesa: “El sector ganadero tendrá un futuro promisorio en la medida que, junto con el aumento del índice de producción media por cabeza en stock, se trabaje decididamente en otros dos planos del negocio. Por un lado, la búsqueda de nichos de mercado en el exterior a través de las agregadurías comerciales de las embajadas argentinas con apoyo profesional y gente muy bien formada, que conozca de comercio internacional. Paralelamente, además de producir más terneros, a cada uno vamos a tener que ponerle la mayor cantidad de kilos posible. Habrá que hacerle entender al consumidor que un novillo de 400 ó 450 kilos es igualmente tierno -o más- que un ternero bolita. Ese es un trabajo de la cadena de la carne para concientizar a la población. Más que decirle que coma pollo porque va a faltar carne vacuna, hay que decirle que el país tiene que cambiar su estructura productiva porque ahora está inserto en el mundo y tenemos que priorizar los cortes un poco más grandes”.

Conclusión: “Muchos dicen ‘ahora hay que hacer crecer el stock’. Me pregunto si, en lugar de eso, no será conveniente mejorar lo que tenemos. Si en lugar de tener 10 millones de cabezas más que comen más pasto (sobre todo pensando en las zonas semiáridas), nos quedamos con 50 millones, las manejamos mejor, y en lugar de destetar el 50% destetamos el 70% o el 80%. Así lograremos igual o más producción de terneros que aumentando el stock”.

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Un comentario

  1. Raul Ferrero junio 2, 2016 at 2:43 pm - Responder

    Excelente sintesis de lo que debe ocurrir

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