El pasto: clave para aprovechar el maíz

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El pasto: clave para aprovechar el maíz

2019-01-15T18:46:02-03:0031 de octubre, 2013|0 comentarios

La mayor participación de los granos en la producción de carne sería beneficiosa para el productor que, en lugar de vender el maíz, podría hacerlo transformado en carne. Además, el país compensaría en parte la gran disminución de pastos de los últimos años, a pesar de que el costo del grano sea más caro y volátil.

Sin embargo, existen varios factores que hacen que no siempre se pueda avanzar en modelos de este tipo, más intensivos, tanto desde el punto de vista productivo como económico.

Más allá del precio del grano en sí mismo, la competencia de la demanda para otros destinos y la conveniencia de transformarlo en carne, la principal limitante es la falta del forraje requerido para mantener el ciclo ganadero (vacas madres, recrías, etc.) que provea el animal que finalmente terminará consumiendo el grano.

En el cuadro siguiente se observan los requerimientos de materia seca para un rodeo que desteta el 65% de los terneros, nivel un poco más alto que la media nacional. Los machos se recrían a pasto hasta los 300 kg y luego se engordan a grano en corrales. A su vez, las hembras de descarte se recrían hasta los 220 kg y luego se encierran hasta la venta con 320 kg.

10- Elizalde cuadro

Kilos de materia seca requeridos por el ciclo productivo completo: desde el mantenimiento de la población parental hasta la terminación a corral de machos y hembras de descarte.

Del cuadro se desprende que en el ciclo completo de un rodeo promedio:

–          El principal alimento es el forraje (92% del total requerido) destinado a mantener la población parental (58%) y recriar la progenie (34%).

–          El requerimiento de grano y subproductos representa sólo el 8% del total de los alimentos, aunque realiza un aporte estratégico. Si el proceso de terminación fuese a pasto, la cantidad de forraje necesaria pasaría de 9.795 a 12.200 kg. de materia seca.

–          De cada 100 kg de animal terminado, 92 kg. provienen del pasto y 6 kg del grano, o sea una relación de 15 a 1. Es decir que por cada kg de grano que se use en el corral, se debería producir previamente 15 kg de forraje destinado a mantener el resto del ciclo.

–          En este contexto, variaciones mínimas en el precio del forraje, aunque persistentes, pueden causar un aumento en el costo por kg. producido, lo que debe convalidarse con un mayor precio del producto final y/o con una pérdida de margen y rentabilidad de la actividad. El encarecimiento del precio del forraje puede provenir de varias causas: menor productividad que la potencial, subutilización del forraje producido, efecto climático, etc.

A nivel país

Si se quisiera convertir todo el saldo exportable de grano de maíz (8 millones de toneladas) en carne vacuna se necesitará  producir alrededor de 120 millones de toneladas adicionales de forraje. Un verdadero reto para la ganadería.

Es decir que, a un rinde promedio de 5 toneladas, habría que sembrar 24 millones de has de pasturas, casi la superficie agrícola del país.

O bien, considerando que el 85% de la superficie ganadera proviene de montes, islas y campos naturales (alrededor de 120 millones de has), la producción de estos recursos debería aumentar aproximadamente en 1.000 kg/ha de forraje “aprovechable”. En un campo natural, que produce 3.000 kg de materia seca, los 1.000 kg representan un incremento del 30/35%. En ese sentido, habría que analizar si se dispone de los recursos tecnológicos y económicos necesarios para encarar dicha mejora a nivel país.

Con lo cual, la ganadería vacuna no tiene mucho margen para transformar grandes excedentes de grano en carne. En este caso, habría que evaluar la posibilidad de “orientar” un mayor uso del grano hacia actividades menos dependientes o directamente independientes del pasto, como la producción de cerdos, aves y peces.

Como conclusión, la participación del grano en el ciclo vacuno es de escasa magnitud comparada con la del forraje. Por esto, la disponibilidad de forraje es la que condiciona la transformación del grano en carne y no a la inversa.

Por:
Ing. Agr. Juan Elizalde,  Ph.D. (jelizalde@arnet.com.ar)
Ing. Agr., M. Sci.  Sebastián Riffel  (sebastianriffel@hotmail.com)

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