Investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional del Litoral desarrollaron cápsulas probióticas a partir de bacterias ácido-lácticas obtenidas del propio intestino de los terneros. La innovación permite protegerlos contra enfermedades y representa una alternativa a los antibióticos preventivos.
Desde hace algunos años, los veterinarios buscan mejorar la salud de los terneros. “Al ser separados tempranamente de sus madres, sufren estrés y toda su flora intestinal se ve alterada. Por eso, los patógenos que están en el ambiente pueden enfermarlos, algo que generalmente se previene con fármacos. Sin embargo, existe cada vez mayor presión para dejar de utilizarlos con fines profilácticos, limitándolos como un método terapéutico cuando el animal ya está enfermo”, explicó Lorena Soto, de la Facultad.
Una forma de prevenir el problema es por medio de alimentos probióticos como el yogurt que consumen los seres humanos. Son productos que contienen microorganismos vivos, los que permanecen activos en el intestino y ejercen importantes efectos fisiológicos, potenciando el sistema inmunitario.
“El inconveniente para que esos microorganismos lleguen a los intestinos del bovino y cumplan su función son los ácidos gástricos y biliares. El formato de cápsulas los recubre, preservándolos, y permite lograr un tamaño similar al de los alimentos balanceados peleteados, ya que la idea es mezclarlo con ellos”, agregó Soto.
La técnica de elaboración es sencilla y los investigadores aspiran a que los probióticos puedan sobrevivir al menos dos meses en las cápsulas a temperatura ambiente, lo que se lograría mediante un proceso de secado. De ese modo, los productores tendrían la posibilidad de almacenarlos.
Para producir más
Argenbio, 14 de noviembre
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