La carne producida a pasto, anteriormente un nicho de lujo, ahora se vende en eventos deportivos, centros de convenciones y en casi todas las tiendas de Wal-Mart, informó el portal Beef Point. Muchos consumidores la ven como una alternativa de mayor calidad que la de feedlot y están dispuestos a pagar más.
El año pasado, sus ventas se incrementaron casi un 40% respecto al año anterior, mientras que las de feedlot crecieron 6,5%. En cuanto a los precios, las de pasto valen 30 a 80% más, aunque este diferencial se ha ido moderando debido a que más productores están ingresando al mercado.
Hay que tener en cuenta que la carne pastoril proviene de animales faenados con 24 a 36 meses, un período mucho más prolongado comparado con los 14 a 18 meses de la carne de feedlot, según argumentaron desde una empresa que importa esa especialidad de Uruguay, Australia y Nueva Zelanda.
Ganadería.uy, 28 de septiembre
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