En 2017, la curva de precios reales fue similar a la de 2016, pero siempre en un nivel más bajo. En promedio, este año que está a punto de finalizar, fue 12% más bajo que el anterior.
Comenzó en enero con un bajo nivel, tras la caída de la primavera previa, y fue remontando hasta alcanzar los niveles más altos en abril y en agosto, para luego retomar un camino descendente. Es decir, dibujó una parábola, como se puede ver en el gráfico.
Finalmente, el precio real de diciembre perforó los niveles mínimos anteriores, marcados en septiembre de 2013 y en enero último, ubicándose 4% por debajo de estos.
Hay que remontarse a enero de 2010, cuando recién estábamos saliendo de la crisis de liquidación de 2008-2009 para encontrar un precio promedio mensual inferior al de este mes corriente.
La fuerte caída de este mes se debió, principalmente, al recrudecimiento de la inflación, que la mayoría de los analistas pronostican por encima de los tres puntos, a causa del fuerte impulso que le dio el aumento de tarifas reguladas de servicios públicos.
En este tema, no obstante, se ha visto un gran progreso, al bajar, en un solo año, desde el 38% al 24% de éste. Aunque todavía por encima de las metas del propio gobierno, pero con una reducción notable, teniendo en cuenta que el tipo de cambio flota libremente, que no hay precios máximos, que la economía ha crecido por primera vez en varios años y que otros indicadores también son positivos.
Así, no esperamos que se repita en 2018 un mes de tan alta inflación como este diciembre, lo que ayudará a afectar menos al precio real de la hacienda y de muchos otros productos.
Toda la carne al mostrador
También, el crecimiento de la faena, la mayor producción de carne y la alta oferta de porteínas animales que pesa sobre el consumidor argentino, y que constituye un record histórico con casi 120 kilos per cápita, ha conspirado contra el precio de la carne.
El consumidor argentino ha absorbido toda la mayor oferta pero lo ha hecho a un nivel de precios inferior, como era de prever.
Si bien las exportaciones han mostrado un fuerte crecimiento, del orden del 30%, las 75 mil toneladas de aumento sólo representaron un tercio de la mayor producción, recayendo el resto sobre el mercado interno.
En base a todo esto, prevemos que en 2018 la oferta de hacienda para faena seguirá creciendo, quizás a una velocidad menor a la de este año. Y que si bien las exportaciones continuarán su ritmo ascendente, no empezarán a jugar, aún, el papel conductor de los precios que esperamos para más adelante.
Por lo tanto, no es esperable que haya precios promedio superiores a los de este año.
Y que la única manera de neutralizar su efecto sobre los márgenes de las empresas es un aumento de la productividad, aunque sabemos que esto no se logra de la noche a la mañana.
Poniendo todo en la balanza, seguimos siendo considerablemente optimistas con respecto al futuro del sector.
Por Miguel Gorelik, Director de Valor Carne
Creo que habría que considerar el efecto Cresta Roja. Se mantiene artificialmente alta la oferta de pollos, castigando a las compañías sanas del sector, y a todo el resto de las proteínas. El pollo juega ya muy fuerte, con un consumo que tiende a alcanzar al de carne vacuna. Me encantaría un análisis detallado sobre este parecer.
CEPA anuncio una baja en la produccion para 2018 inducida por ellos mismos porque con el precio actual van a perdida y necesitan mejorarlo en base a reduccion de oferta. Eso beneficia a la carne vacuna. saludos
Héctor:
Muchas gracias por el aporte y por el desafío, que tomaremos.
Como comentario preliminar, no veo la artificialidad de la oferta de carne de pollo debida a políticas públicas.
Asumo el compromiso de escribir sobre el tema.
Cordiales saludos. MG
Si no se ponen las pilas para aumentar los nichos de exportación, los números no cierran por ningún lado…
Con el mero consumo interno y ante una inflación que aún resulta altísima, es un un negocio que no puede sostenerse
Coincido con Miguel que la respuesta esta tranqueras adentro en los proximos meses (o años?) mejorar la productividad del rodeo, porque los mercados de alto valor que que se esta trabajando correctamente para abrir es un proceso de años… sino preguntarle a Chile o Australia como llegan a tener tantos mercados y acuerdos arancelarios. saludos
Muchas gracias, Belisario.
Gran observación.
Marcela: coincido en todos los conceptos. Pero hay otros elementos para considerar. La demanda de ganado para exportación tiene un techo para los precios que puede pagar que está dado por los precios externos y el tipo de cambio. Claramente, el tipo de cambio que tiene la Argentina no es muy commpetitivo, por decirlo suavemente. Pero esto es algo que no se puede resolver de manera rápida y aislada. Requiere cambios estructurales en la economía argentina que tienen que ver con el volumen del gasto público y su deficit y el grado de apertura de la economía. La Argentina tiene desde hace muchos años precios del ganado en dólares más altos que el de sus vecinos. Una parte de esta diferencia se puede justificar en mejores precios obtenidos por algunos cortes, pero el resto significa una descompetencia. Mientras tanto, habrá que concentrarse en las mejoras de productividad individuales que puedan conseguirse en cada uno de los eslabones de la cadena.
Gracias por compartir su opinión. Saludos. Miguel Gorelik
Totalmente de acuerdo con tus fundamentaciones Miguel, solo quisiera hacer un comentario sobre una tendencia al desprecio o subestimacion de nuestro "mercado interno" como si fuera un "disvalor" cuando es una "fortaleza" que tenemos que integrarla con una politica exportadora de largo plazo y que el desafio cosntituye en que haya un solo estandar sanitario y comercial ……. para ello hay que debatir cual es el modelo a seguir porque copiarlo de otros paises me parece que no va aresultar teniendo en cuenta la importancia tan particular de la demanda y oferta de carne vacuna que existe en la base cultural y productiva de la Ganaderia Argentina desde Usuhaia a la Quiaca …. desde la Colonia a nuestros tiempos se genero esa cultura de saber comer las carnes vacuna (factor culinario) como nadie los ha desarrollado tanto en todo el mundo asociado a una pasion por "criar" bovinos en distintos ambientes como en pocos lugares del planeta …. con tanta variabilidad y potencialidad que significan mas OPORTUNIDADES y FORTALEZAS para aprovechar y amplificar sin desechar alternativas anulando unas para favorecer otras que supuestamente convendrian solo a ciertos sectores mejor posicionados financiera y/o tecnologicamente