Gustavo Sueldo es ingeniero agrónomo y asesor del feedlot Don Sebastián, que cuenta con una capacidad de 10 mil cabezas instantáneas, en Córdoba. “Me recibí de ingeniero agrónomo en 1989, asesoro varios establecimientos ganaderos que reúnen un total de 30 mil cabezas y dicto ‘Engorde a corral’ y ‘Evaluación de proyectos de inversión’ en la Universidad Católica de Córdoba. Utilizo la burlanda en el feeddlot y en un tambo grande para la recría de vaquillonas Holando. No así en los otros campos porque están lejos de la fábrica de etanol. Con el gran contenido de humedad del subproducto, el costo del flete incide mucho”, contó el profesional.
El feedlot Don Sebastián está a 60 km de la flamante planta de etanol Porta, al sur de la capital cordobesa. “Necesitábamos ubicarlo cerca de la ciudad porque los dueños tienen un importante frigorífico ahí. Participé en el equipo que realizó el proyecto de inversión y la dirección de obra y empezó a funcionar a mediados del año pasado. Ya opera al 95% de su capacidad, el nivel máximo”, afirmó Sueldo.
El feedlot se construyó al mismo tiempo que la planta de etanol de modo que, desde el inicio, se tuvo en cuenta cómo aprovechar la burlanda con instalaciones muy modernas y un manejo adecuado.
“Antes de hacer el proyecto fuimos a los Estados Unidos para ver cómo la utilizaban. Ahí, muchos feedlots se están corriendo a las zonas productoras de etanol, el mapa coincide. Pienso que aquí también va a ocurrir algo así por las ventajas que ofrece en materia de costos y las mejoras en la dieta”, aseguró Sueldo.
En Don Sebastián se engordan animales para consumo interno: entran con 200 kg., se encierran 100 días promedio y se terminan con 320/350 kg. Al principio incorporaron la burlanda al 30% de la dieta e hicieron un seguimiento de las reses en el frigorífico de la firma.
“¿Qué notamos en la carne? La burlanda viene del maíz y cuando a éste le sacan el almidón los otros componentes se concentran, entre ellos los carotenos. Por eso, al principio la grasa tomaba una ligera coloración amarilla. No es un inconveniente desde el punto de vista de la alimentación humana, pero el consumidor pide grasa blanca, la asocia con la terneza. De ahí que la burlanda nos significaba un problema comercial importante, que había que solucionar, más allá de cualquier ventaja técnica y productiva”, recordó.
Estudiaron la situación y fueron probando qué nivel del insumo había que poner en la ración. “Encontramos que el equilibrio está en el 24%. Así obtenemos un color aceptable. En el feedlot estamos haciendo una segunda etapa de obra y vamos a instalar corrales de ensayo para afinar bien el tema”, aseguró.
Para calcular la dieta y presupuestar el engorde, Sueldo utilizó los software desarrollados por Oscar Melo y su equipo de MBG Ganadería. “Primero mandé a analizar la composición nutricional de la burlanda. Con ese dato, eliminé el pellet de soja de los ingredientes habituales porque la burlanda aporta tres veces más proteína que el grano de maíz. Así, abaratamos la dieta entre un 10 y un 15%, que es mucho, ya que la comida es la mayor parte del costo de producción de la carne”, subrayó.
En tanto, por tratarse de un producto húmedo, su incorporación solucionó varias cuestiones técnicas. “Al mezclarla con otros ingredientes, humedece la comida y la hace más homogénea, óptima para el consumo del ganado. Es muy palatable, los animales se desesperan por comer. Además, como la energía proviene de la grasa y no del almidón me ayuda a resolver el problema de acidosis, algo muy importante en el feedlot. O sea que no sólo reduce el costo de la comida sino que mejora su performance”, aseveró.
Don Sebastián compra varios camiones de burlanda por semana que se transportan en bateas de 28 mil kilos y se descargan en una celda especial para almacenar húmedos, dentro del patio de comidas.
“Creo que los productores de menor escala también pueden aprovechar este subproducto, siempre que estén a menos de 180/200 km de distancia de la planta de etanol, sino el flete lo encarece. Además, deben contar con un mínimo de infraestructura para recibir la burlanda de modo de evitar desperdicios. No es algo muy costoso, la inversión es mínima”, explicó el profesional. Y advirtió que no es aconsejable conservarlo más de una semana. “Es un producto difícil de embolsar, parecido a una polenta húmeda y tiende a salirse de la bolsa. En fin, hace falta un técnico capacitado en el tema para manejarlo”, dijo.
Sueldo piensa que la burlanda implica un desafío para los profesionales de campo. “Cuando cambiamos un ingrediente en la dieta estamos modificando la biología del rumen y tenemos que poder predecir la respuesta productiva y presupuestarla. Los software son muy precisos, me permiten hacerlo con gran exactitud. Son herramientas potentes, un gran valor para la ganadería”, concluyó.
Muy interesante la nota y el Boletin. Me ayudo a despejar muchas dudas.
Muchas Gracias y sigan trabajando.
Andres
Hola coincido con Gustavo, yo uso mucha cantidad de burlanda por dia en el feed lot, y la carne no me esta saliendo amarilla, estoy mezclando con gluten feed y posiblemente sea esta la respuesta. De todas formas estoy con 43 % en base seca.
Gracias por el articulo