Considerando que en diciembre se procesaron 1,1 millones de cabezas, en 2013 se faenó un total de 12,9 millones, el 10% más que el año anterior. Este porcentaje va de la mano con las mayores existencias de vacas y las pariciones superiores estimadas en los últimos años.
Si bien a primera vista no parece que se haya entrado en una fase de liquidación, como sostienen algunos, hay elementos que están poco claros y ameritan un seguimiento muy estrecho en los próximos meses.
Las fuentes
Los últimos datos de faena por categoría y sexo son menos confiables porque provienen de la documentación emitida por SENASA para animales destinados a faena (DTA y DTE), en lugar de originarse en lo procesado efectivamente por los frigoríficos.
Esto podría suponer una pequeña variación en los primeros días de cada mes, aunque por ser más o menos constante no debería preocupar. Lo más importante es que podría darse una incorrecta definición de las categorías como, por ejemplo, vaquillonas por terneras y viceversa.
Por lo tanto, y hasta que se cuente con información más homogénea, habrá que limitarse a analizar los totales y la subdivisión entre machos y hembras.
Algunos contrastes
El porcentaje de hembras en la faena durante el último trimestre del año fue aumentando mes a mes: 44,1% en octubre, 45,8% en noviembre y 46% en diciembre, después de casi un año muy parejo de entre 42 y 43%. Sin embargo, si se comparan la faena total de los últimos meses, de a tres meses móviles, con respecto a igual trimestre del año anterior, se observa que el aumento en la cantidad faenada se ha ido moderando, en coincidencia con la suba de la hacienda que debe haber impactado en las expectativas de los productores.
Es decir, al tiempo que la primera variable podría indicar el rumbo hacia una fase de liquidación de hacienda, la segunda marca la orientación contraria.
Cabe aclarar que analizar la faena de a tres meses móviles sirve para atenuar las variaciones mensuales y ver las tendencias con más claridad. Consiste en tomar los datos durante tres meses consecutivos (por ejemplo abril-junio) e ir agregando un mes nuevo y eliminando el más antiguo (mayo-julio, junio-agosto, etc). Así, cada uno de esos datos contiene al trimestre en su conjunto lo que permite compararlo con el mismo período del año anterior.
También se conoció que, según estimaciones del Ministerio de Agricultura, en la última primavera hubo 500 mil terneros más de ambos sexos, además de un mayor número de vacas que el año anterior.
En consecuencia, para 2013 se estima una tasa de extracción del 25,3%, que es un nivel de equilibrio.
El gran faltante siguen siendo los novillos, que están en un nivel muy bajo en términos históricos, del orden de la mitad de la alta existencia de 2007. Es decir, que los productores todavía siguen tratando de terminar rápidamente sus animales por la falta de expectativas de largo plazo, lo que incide en el peso promedio y en la producción de carne, baja en relación a los números de la faena.
En próximas ediciones, seguiremos haciendo análisis exhaustivos sobre la faena que es tan indicativa del rumbo del sector y de los precios por venir.
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