“Los precios dependen de la oferta y la demanda. Cuando llueve, los caminos se vuelven intransitables y hay menos entradas, por eso suben. No existen maniobras especulativas por parte de los ganaderos. Una vez en el mercado, un sistema computarizado cubre toda la operatoria, incluyendo la pesada, y muestra la información completa en tiempo real”, aseguró Fernando Santamarina, presidente del Centro de Consignatarios de Productos del País (CCPP), con respeto al reciente cuestionamiento oficial acerca de la transparencia en las operaciones.
El CCPP es una organización centenaria formada por todos los consignatarios que operan en Liniers. “Es un mercado único en el mundo, por su tamaño y por la cantidad de compradores y vendedores. La principal ventaja es que muestra los precios con claridad”, subrayó.
Con respecto a las subas de las últimas semanas, el directivo explicó que “en invierno, los caminos no secan rápidamente tras las lluvias y la hacienda no se puede sacar del campo. Entonces, la entrada se achica y eso impacta en los valores”. Y remarcó que “el productor no guarda nada: nadie sigue manteniendo un animal terminado”. El tal sentido, el novillo suplementado podría quedar algún día más a campo, pero no los terneros gordos que salen del feedlot. “Fuimos a ver a las autoridades para aclarar la situación. En los momentos de crisis, los consignatarios permanecemos unidos y tomamos un rol activo”, sostuvo.
Para Santamarina, algo saliente de Liniers es que la oferta y la demanda están muy atomizadas por lo que nadie puede manejar los precios. “Los productores chicos, que no llegan a completar una jaula, se juntan de a dos o tres. El ganado no vale por el volumen de la operación, lo que miran los compradores es que tenga la gordura justa. Y éstos no se llevan diez jaulas, muchos piden de a 10/15 animales, lo que necesitan diariamente para sus carnicerías. Por eso, las subas se reflejan rápidamente en el mostrador”, afirmó.
Con respecto al actual cierre de las exportaciones, el consignatario considera que el impacto en Liniers sería menor. “Si se amplía la entrada de vacas, los precios pueden bajar un poquito. Las más pesadas se venden al consumo, valen algo menos que las livianas pero igual se colocan. En cuanto al novillo, como es muy escaso, no habrá cambios”, explicó.
En ese sentido, señaló que más allá del efecto en los precios, lo más perjudicial de la medida es que refuerza el actual modelo productivo. “Si hay que engordar sólo para el consumo, el ganadero lleva el animal hasta los 400 kg, no más, no hace falta seguir produciendo otros 100 kg para exportar, eso es lo malo de la política actual. Pero de esto se puede salir”, aseguró.
Al respecto, Santamarina destacó la gestión del financiamiento para el sector que ya tiene respuesta en la demanda de categorías claves para el ciclo ganadero. “Más allá del aporte de los consignatarios, el crédito bancario está funcionando. Hay 4 ó 5 bancos de punta, públicos y privados, que están dando créditos a tasas del 18/19%, muy convenientes, y gracias a eso la vaca preñada tiene compradores, sino habría una matanza de vientres mucho más alta. Hoy, por suerte vale más una preñada que una gorda, años atrás no era así, y esto es lo que llevó una liquidación que los consignatarios hemos denunciado durante mucho tiempo”, señaló.
De cara al futuro, el directivo piensa que “lo valorable del productor es que lo único que necesita para invertir son perspectivas claras, si las hay, se lanza a poblar el campo”.
Muy bueno lo de Fernando Santamarina, evidentemente entiende de que esta hablando
Alejandro AB
en lo inmediato se van a mantener los precios del gordo que rumbo van a tomar ? y lo mismo para la invernada ?
Estimado Jorge:
Me encantaría tener la bola de cristal para contestar a estas preguntas sin ningún espacio para la duda.
Pero no es el caso.
Sin embargo, puedo enviarle un comentario sobre cómo estoy viendo el mercado, lo que no resulta nada nuevo teniendo en cuenta la evolución de nuestras notas de cada 10 días.
Desde fines de año se ha producido una inflexión en el aumento de la faena, la que lleva 10 meses moderándose.
Esto ha ayudado a imprimirle una clara mejora a los precios de la hacienda, que vienen creciendo a una tasa del 80% en términos nominales o 25% si le descontamos la inflación.
Creo que el sentido de estas tendencias, sin hacer referencia sobre la tasa de aumento, continuarán, tanto para el gordo como para la invernada.
De todos modos, este proceso, que no es otro que una inversión en hacienda, está a expensas de cambios macroeconómicos, en momentos en que la macroeconomía está inestable y difícil de pronosticar.
Un aumento más veloz en la tasa de inflación, en los mercados cambiarios, en la demanda agregada de carne o en la disponibilidad de crédito puede impactar en este movimiento que lleva casi un año.
Le agradezco la consulta y le envío cordiales saludos. MG